Una vez lavada en salmuera templada y meticulosamente limpiada, se deshidrata, con el objeto de que adquiera la dureza apropiada y no rompa. A continuación, se colocan ordenadamente
y, antes de cerrarse y esterilizarse, se cubre con una salsa a base de aceite de oliva. Se aconseja dejar madurar antes de su consumo. Los tamaños de esta sardinilla dependen de la época de pesca, siendo de mayor tamaño a medida que se acerca el mes de mayo-junio
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